Lumbalgia
La lumbalgia, comúnmente conocida como dolor lumbar, en una afección que se manifiesta en la parte baja de la espalda.
Es una de las principales causas de consulta médica y afecta a personas de todas las edades. La lumbalgia puede ser aguda, si dura unos días o semanas, o crónica, si persiste durante más de tres meses. Este dolor puede variar en intensidad y puede ser debilitante, se caracteriza por un dolor profundo, o sordo, o incluso punzadas, en la zona lumbar, así como rigidez o debilidad.

Causas de la lumbalgia
El diagnóstico de la lumbalgia comienza con un examen físico exhaustivo y una revisión de la historia clínica del paciente. A esto puede seguir una serie de pruebas diagnósticas adicionales como radiografías, TAC, resonancias magnéticas o electromiografía (EMG), que mide la actividad eléctrica de los músculos y los nervios.
Las causas más comunes de la lumbalgia son los problemas con los músculos, los ligamentos y los discos de la región lumbar. Afecciones como la artritis, la ciática, una hernia discal o un nervio pellizcado pueden ser responsables de la lumbalgia. Otras afecciones, como la espondilitis anquilosante o la estenosis espinal, también pueden provocar dolor lumbar.
Un traumatismo o lesión en la espalda, como un esguince de los tejidos blandos o una fractura de las partes óseas de la columna vertebral, también puede provocar lumbalgia. En algunos casos, la causa de la lumbalgia no es clara y puede estar relacionada con el estrés mental y emocional, así como con una mala postura y elección de estilo de vida.
Tratamientos para la lumbalgia
El tratamiento de la lumbalgia depende de la causa subyacente y de la gravedad del dolor. Algunas de las opciones más comunes incluyen:
Reposo y cuidado en casa
En casos de lumbalgia aguda, el reposo, la aplicación de calor o frío, y la adopción de una postura correcta pueden aliviar los síntomas.
Fisioterapia
Los ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad pueden ser muy efectivos para reducir el dolor y prevenir futuros episodios de lumbalgia.
Medicamentos
Los analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares pueden ser prescritos para aliviar el dolor y reducir la inflamación en la zona lumbar.
Inyecciones
Se pueden utilizar inyecciones de cortisona para reducir la inflamación y aliviar el dolor. También se puede recomendar una inyección de anestésico local para proporcionar un alivio inmediato.
Tratamiento ortésico
El uso de órtesis lumbares es una opción importante en el tratamiento de la lumbalgia. Estas órtesis ayudan a estabilizar la columna, reduciendo la carga sobre los músculos y discos intervertebrales. Además proporcionan un soporte adicional que puede aliviar el dolor y mejorar la postura. Es fundamental elegir una órtesis adecuada para cada paciente, lo que puede marcar la diferencia en su recuperación.
Intervención quirúrgica
En casos graves donde hay compresión nerviosa severa o problemas estructurales importantes, la cirugía puede ser necesaria para corregir la causa subyacente de la lumbalgia.
Precauciones para evitar la lumbalgia
Existen varias precauciones que pueden tomarse para ayudar a prevenir la lumbalgia, entre ellas:
Realizar ejercicio con regularidad
Realizar con regularidad actividades de bajo impacto, como andar, nadar o yoga, puede ayudar a mantener fuertes y flexibles los músculos de la espalda.
Utilice la postura adecuada
Levantar, cargar, y permanecer de pie con la postura adecuada puede ayudar a evitar sobrecargar los músculos de la espalda.
Tómese descansos frecuentes
Si se sienta durante un período de tiempo prolongado, tomarse tiempo para levantarse y estirarse cada 20 o 30 minutos puede ayudar a reducir el riesgo de dolor lumbar.

Dorsalgia
La dorsalgia es un término general que se utiliza para describir el dolor en la parte superior y media de la espalda, entre los omoplatos, también conocida como la región dorsal.
Puede ser el resultado de músculos tensos, una distensión o una lesión en la espalda. La dorsalgia afecta a la zona torácica de la columna vertebral y puede variar desde un dolor leve hasta una sensación intensa y persistente que limita las actividades diarias.
Tratamientos para la dorsalgia
El tratamiento de la dorsalgia depende de la causa específica y la gravedad del dolor. Algunas opciones comunes son:
Tratamientos ortésicos
Un tratamiento ortopédico, como un corsé dorsolumbar, también puede ayudar a aliviar los síntomas de la dorsalgia. Los corsés dorsales están diseñados para ayudar a sostener la espalda superior e inferior, permitiendo aliviar el dolor y mejorar la postura. En general, un corsé dorsolumbar puede llevarse durante unas horas al día, normalmente durante los momentos en los que uno es más activo, como al levantar pesos o hacer ejercicio. Además, algunos tratamientos ortopédicos incluyen plantillas personalizadas que pueden ayudar a aliviar el dolor crónico de espalda, mejorando la posición del pie y el tobillo, reduciendo así el nivel de tensión que siente la espalda y las piernas. Es importante mantener un peso saludable, ya que el sobrepeso puede suponer una tensión adicional para la espalda.
Corrección postural
Aprender y mantener una buena postura es crucial para aliviar y prevenir la dorsalgia. Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento también pueden ser útiles.
Terapia física
La fisioterapia puede ayudar a fortalecer los músculos de la espalda, mejorar la flexibilidad y corregir desequilibrios musculares que contribuyen al dolor dorsal.
Medicamentos
Los analgésicos antiinflamatorios y relajantes musculares pueden proporcionar alivio a corto plazo, especialmente en episodios agudos de dorsalgia.
Intervención quirúrgica
En casos muy raros donde hay compresión nerviosa severa o deformidades estructurales significativas, la cirugía puede ser necesaria para corregir la causa subyacente de la dorsalgia.